Cocodrilos infestan playas de Nuevo Vallarta
La creciente presencia de cocodrilos en las playas de Nuevo Vallarta se ha convertido en una fuente de preocupación tanto para turistas como para residentes. En las últimas semanas, los avistamientos de estos reptiles, provenientes del crecido río Ameca, se han vuelto cada vez más frecuentes, generando situaciones de alarma y obligando a las autoridades a intervenir.
El incidente más reciente involucró la captura de un enorme cocodrilo de aproximadamente cuatro metros de longitud frente al Hotel Villa Magna. Según reportes de la Coordinación Operativa Bomberíl y de la Coordinación de Salvamento y Rescate Acuático de Bahía de Banderas, el ejemplar fue monitoreado durante todo el sábado antes de ser capturado por la noche en una operación que involucró a bomberos y guardavidas.
Este cocodrilo en particular había sido visto durante varios días en la zona costera que se extiende desde Paradise Village hasta el Riú Palace, lo que evidencia una presencia continua de estos animales en áreas turísticas.
Si bien las autoridades de Protección Civil han respondido a estos incidentes con la colocación de banderas moradas de advertencia y la captura de los ejemplares que logran ubicar, existe una creciente inquietud por la falta de una política integral de control, reubicación y mitigación del impacto urbano en la fauna silvestre.
“Cada semana vemos cocodrilos en la playa,” comenta un trabajador de un hotel cercano a la zona de los avistamientos. “La gente está asustada, especialmente los turistas que no están acostumbrados a esto. Las banderas moradas ayudan a advertir, pero no resuelven el problema de fondo.”
La preocupación radica en el riesgo potencial que estos animales representan para los bañistas y la imagen turística del destino. A pesar de los esfuerzos de captura, no se ha implementado una estrategia clara para determinar las causas del aumento de la presencia de cocodrilos en las playas, ni un plan a largo plazo para su manejo y reubicación segura lejos de las zonas urbanas.
Organizaciones ambientalistas locales han expresado su preocupación por la situación, señalando que el crecimiento urbano descontrolado y la alteración de los hábitats naturales podrían estar contribuyendo a que los cocodrilos se desplacen hacia áreas pobladas en busca de alimento o refugio.
La comunidad espera que las autoridades municipales y estatales implementen medidas más efectivas para garantizar la seguridad de los ciudadanos y turistas, al mismo tiempo que se protegen las poblaciones de cocodrilos y se busca una coexistencia pacífica entre la fauna y el desarrollo urbano en la región de Bahía de Banderas. La interrogante persiste sobre si las capturas puntuales serán suficientes para mitigar el riesgo o si se requerirá una estrategia más profunda y coordinada para abordar este creciente desafío.