Pastelero de Bahía de burla de sus clientes y demerita estatua en memoria de mujeres violentadas
El comerciante local conocido como “Güero Pasteles” se encuentra en el centro de una fuerte indignación social tras una serie de publicaciones en las que arremetió contra sus propios consumidores. Lo que inició como una queja sobre servicios a domicilio, escaló rápidamente a discursos de odio, gordofobia y burlas hacia las víctimas de violencia doméstica, desatando una ola de rechazo en la comunidad.
La controversia estalló cuando el comerciante publicó en redes sociales una fotografía de una clienta de San Vicente para “poner el ejemplo” de esfuerzo. Sin embargo, el mensaje estuvo cargado de escarnio, utilizando comentarios gordofóbicos al exagerar el peso de la mujer (“900 kilos”) para contrastarla con los habitantes de Valle de Banderas.
En su publicación, se burló de los residentes de esta última localidad por solicitar servicio a domicilio para compras menores, como “$5.00 de cilantro”, cerrando su mensaje con expresiones vulgares y denostando a la misma comunidad que sostiene su economía.
La situación se tornó más grave tras la reciente colocación de una escultura de una mujer delgada en la glorieta de Valle de Banderas, obra del gobierno de Héctor Santana. Lejos de respetar el símbolo, “Güero Pasteles” utilizó la estética de la estatua para minimizar la violencia de género, asegurando que las mujeres delgadas no sufren maltrato.
“Yo no he visto mujeres con ese bello cuerpo que sean maltratadas en casa, casi siempre son puras gordas”, declaró el vendedor de pasteles que pone su puesto en la calle.
Lejos de mostrar arrepentimiento, el pastelero intensificó sus ataques con frases como “arriba las delgadas, abajo las gordas por que nos sale hernia”, y posteos de burla sobre las críticas hacia sus desafortunados comentarios.
La comunidad de Bahía de Banderas ha señalado la profunda hipocresía y “doble moral” del comerciante. Paradójicamente, mientras su negocio lucra con la venta de pan y pasteles —productos que inciden directamente en la salud metabólica—, él se dedica a insultar los cuerpos de quienes consumen sus productos.
Usuarios han resaltado que gran parte de las personas a las que él ofende y llama “gordas”, son precisamente las clientas fieles que hacen fila en su puesto, evidenciando un desprecio total hacia quien le da de comer. Incluso han pedido que le quiten la licencia para vender en las calles ante sus actitud hostil.
La obesidad en México es una emergencia de salud pública, no un motivo de burla. En un país donde cerca del 76% de las mujeres adultas viven con sobrepeso u obesidad (según datos de la ENSANUT), esta condición es una enfermedad crónica compleja asociada a la diabetes y problemas cardiovasculares, y no un simple rasgo estético para hacer comedia.
Al mofarse de ello, “Güero Pasteles” estigmatiza una realidad dolorosa que afecta a la mayoría de la población y vulnera la dignidad de las personas que luchan contra esta enfermedad.
Ante la reiterada falta de respeto, la indignación ha pasado de los comentarios a la acción. En diversos grupos vecinales y foros de redes sociales, decenas de usuarios han lanzado un llamado masivo a dejar de comprar sus productos, argumentando que no se debe financiar a quien desprecia y humilla a su propia comunidad.
El reclamo es contundente: la ciudadanía exige una disculpa pública inmediata y el cese de estas agresiones verbales, rechazando tajantemente que la discriminación y la misoginia sean disfrazadas de “humor” o estrategia de ventas.
Aquí la evidencia:



