Critican a Gobierno de Santana por apoyos selectivos y opacos “para la foto”
La administración del alcalde de Bahía de Banderas, Héctor Santana, ha sido duramente criticada por muchos ciudadanos en redes sociales, luego de la implementación de “El Mercadito”, programa social que han selalado por improvisado, y tras su edición en Mezcales, fue señalado por significar un apoyo solo símbólico que no resuelve nada y demás es selectivo
Esto ha puesto de manifiesto una profunda desconexión entre la política social municipal y las necesidades reales de la población en Bahía de Banderas. La entrega visible de despensas pequeñas y que duran una semana y lotes de abarrotes es percibida por la ciudadanía como una acción meramente superficial y selectiva, cuyo objetivo principal parece ser la visibilidad política del alcalde, la construcción de la fotografía institucional y generar la impresión de un Ayuntamiento que está apoyando a las personas, ignorando del todo la equidad territorial y la urgencia de mitigar de las carencias estructurales de la sociedad badebadense.
El principal cuestionamiento se centra en la opacidad del programa y su falta de correspondencia con los datos geográficos y estadísticos oficiales. Hay que señalar que los informes del Gobierno de México señalan que el problema más extendido en el municipio es la falta de acceso a la seguridad social, que afecta a casi la mitad de la población (47.7%, o 92,282 personas), seguido por el Acceso a los Servicios de Salud (36.6%, o 70,729 personas), con datos federales vigentes este 2025.
Sin embargo, la estrategia del Ayuntamiento se concentra en la entrega pasajera de víveres, una acción que aborda solamente el acceso a la alimentación, la creencia menos crítica del municipio, con solo 13.5% de incidencia.
Esta desproporción revela que la administración no está aplicando una política de fondo para combatir los rezagos sociales con base estadística, sino que se limita a apoyos individuales y dispersos, cuyo origen y criterio de distribución, por cierto, son cuestionados por los propios ciudadanos, ya que se desconoce que parámetros utiliza la Dirección de Bienestar Social para escoger a los beneficiarios, y de qué partida salen los recursos para comprar las despensas.
La crítica ciudadana se ha intensificado por la evidente exclusión geográfica en la distribución de los apoyos, lo cual abona a la percepción de favoritismo. La abrumadora cantidad de peticiones y quejas tras “El Mercadito” de Mezcales, provino de colonias como Valle Dorado, San José del Valle, Santa Fe, Alta Vela y hasta el propio Mezcales (“detrás de la Farmacia Guadalajara”), dónde acusan no han recibido apoyos.
Comentarios en redes sociales y también hechos llegar a esta Redacción, evidencian que la ayuda se focaliza en puntos específicos, ignorando a la mayoría de la población con necesidad. A pesar de que Bahía de Banderas goza de una Pobreza Extrema muy baja (solo el 1.6%), el gobierno de Santana no utiliza los datos geográficos de las Zonas de Atención Prioritaria (ZAP) de la Secretaría del Bienestar en su distribución, generando dudas entre los ciudadanos que realmente requieren apoyos.
Cabe mencionar que, además, el alcalde utilizó recursos públicos, al menos para la logística, con el objetivo de distribuir despensas y enseres domésticos en otro municipio, el vecino Puerto Vallarta, con toda una cobertura mediática pagada, mientras hay zonas de Bahía de Banderas con extremas necesidades y crisis de infraestructura urgentes de atender
Por ejemplo, la gestión de Santana ha sido duramente señalada por el incumplimiento de programas sociales prometidos, como el de los útiles escolares, que generó gastos de trámites a familias que aseguran nunca recibieron la ayuda o ni siquiera se les avisó de los tiempos de inscripción.
Mientras la escuela Sor Juana Inés de la Cruz, en la colonia La Misión, lleva días sin electricidad, obligando a los niños a retirarse debido al calor, pero el Municipio no ha atendido este problema ni se ha mostrado solidario.
Esta situación pone en entredicho las prioridades del alcalde: mientras el gobierno se enfoca en acciones visibles y de corto plazo como la entrega de abarrotes, está desatendiendo crisis educativas y de servicios esenciales que comprometen la salud y el desarrollo de la niñez en Bahía de Banderas, dejando evidencia que solo aquello que le atraiga reflectores es prioritario para la agenda de trabajo del Ayuntamiento.