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SANTANA afirma que no hay moches que impidan HOTEL en Valle Dorado

Tras la publicación de nuestro reportaje “SE CAE INVERSIÓN, YA NO HABRÁ HOTEL CITY EXPRESS EN VALLE DORADO: EMPRESARIOS NO AGUANTARON PEDIDERA DE ‘MOCHES’“, el alcalde de Bahía de Banderas, Héctor Santana, ha ejercido su derecho de réplica para desmentir las acusaciones de burocracia y corrupción en su administración.

El pasado 24 de abril, con gran pompa y platillo, el gobernador de Nayarit, Miguel Ángel Navarro, junto al alcalde Héctor Santana y socios de la cadena hotelera, colocaron la primera piedra de lo que sería el hotel City Express By Marriott en la entrada de Valle Dorado. Una inversión anunciada de 300 millones de pesos (15 millones de dólares), 120 habitaciones y la promesa de concluir en 18 meses para impulsar el empleo y la oferta turística de Bahía de Banderas.

Sin embargo, hasta el día de hoy, el terreno permanece cercado, desolado, sin maquinaria ni personal. Fuentes cercanas a las negociaciones que consultamos señalaron que los inversionistas se habrían espantado por supuestas peticiones de “moches” para continuar con la obra. La imagen de aquel evento se desvanece ante la inmovilidad de un proyecto que prometía tanto.

En su derecho de réplica, el alcalde Héctor Santana fue enfático: “es falso que en sus dependencias la burocracia municipal esté obstruyendo el desarrollo”. Aseguró que la empresa cuenta con todos los permisos municipales, estatales y federales, y recalcó que en su Ayuntamiento “no hay moches”, manifestando su deseo de atraer más inversión privada a Bahía de Banderas. Según la versión del alcalde, los desarrolladores le informaron que el paro técnico se debe a la necesidad de realizar “laboratorios para cotejar que efectivamente los trabajos cumplen con todos los requerimientos para poder desplantar la estructura”.

Añadió que las estructuras están a punto de iniciar, que se encuentran en la etapa de fianzas y firma de contratos, y que también están en proceso de contratar al personal y a quienes ejecutarán la obra.

Las declaraciones del alcalde Santana, si bien buscan desmentir las acusaciones, no logran disipar la principal preocupación: la evidencia de que se realizó una ceremonia de colocación de primera piedra hace más de dos meses (el 24 de abril), sin que los preparativos estuvieran realmente listos para iniciar el proyecto.

Esto sugiere, al menos, una prematura celebración que generó expectativas sin una base sólida de inicio inmediato, o peor aún, una puesta en escena que ocultaba problemas subyacentes. Además, es notable cómo el alcalde Héctor Santana, en su réplica, hizo mención explícita de que el gobernador Miguel Ángel Navarro “está favoreciendo las condiciones para la inversión”.

Esta declaración, lejos de ser un simple comentario, subraya un claro apego y alineación con la visión del ejecutivo estatal. Demuestra el cuidado que el alcalde tiene en abordar los temas de desarrollo urbano bajo el escrutinio y control del gobierno estatal, tal como el gobernador lo ha requerido. La narrativa de la inversión y su “paro técnico” parece enmarcarse más en una justificación que en una explicación exhaustiva, dejando aún en el aire la pregunta sobre la verdadera causa de la inactividad en un proyecto tan prometedor para Bahía de Banderas.

¿Será que la próxima vez veremos menos fotos y más maquinaria trabajando antes de anunciar a bombo y platillo? El tiempo, y el terreno de Valle Dorado, lo dirán.