Comunidad

Se reunen funcionarios del transporte de Nayarit y Jalisco por tema intermunicipal, acuerdan otra reunión

En días  pasados, en un hito trascendental para la agenda de la connurbación, qu dejó a la población al borde del asiento (quizás porque no había un autobús intermunicipal donde sentarse), los titanes de la movilidad de Jalisco y Nayarit se reunieron. Y eso ya es mucho decir. Un acontecimiento tan esperado como el transporte público digno en esta vibrante mancha urbana turística y laboral.

La cumbre, que fue breve,  de segundo plano y pasó desapercibida, tanto que ninguno de los dos portales de gobierno ni movilidad estatal lo difundieron, tuvo como protagonistas a Sistel Karime Buhaya Lora, la secretaria de Movilidad de Nayarit, y a Diego Monraz Villaseñor, el secretario de Transporte de Jalisco.

Según trascendió, entre cafés y, suponemos, alguna que otra promesa relevante, ambos “subrayaron la necesidad de coordinar esfuerzos” para abordar el elefante blanco en la habitación: el caótico transporte público que azota este corredor interestatal.

Porque recordemos, miles de almas cruzan a diario entre estas entidades por trabajo, escuela o, en el caso de los turistas, por la pura aventura de ver cómo se las ingenian para no llegar a su destino a tiempo. Para  ambos lados aplica el que un municipio sea dormitorio y el otro su trabajo.

Durante esta sesión histórica, donde también se hizo presente Mariana Bulos Rodríguez, directora general de Transporte de Jalisco, y el “personal técnico de Nayarit” (imaginamos que armados con lápices y mucha paciencia), se analizaron “problemáticas comunes”. Entre estos, la “falta de regulación unificada”, la “seguridad vial” (un chiste para quienes usan el transporte aquí), la “calidad del servicio” (otro chiste, pero más negro), y la “disponibilidad de unidades adecuadas”.

En otras palabras, se sentaron a discutir que no hay camiones, que los que hay son una porquería y que no hay orden vial ni conexiones adecuadas ¡Revolucionarias conclusiones y halla ando el hilo negro!

Pero la joya de la corona, la noticia que nos ha dejado boquiabiertos, es que esta reunión, esta cumbre de mentes brillantes, este cónclave del transporte, fue ni más ni menos que para… ¡acordar otra reunión!

Sí, estimados lectores, la solución a años de ineficiencia se encuentra a solo una agenda por coordinar y otra fecha por fijar. Es como ver a dos chefs discutiendo la receta perfecta para un pastel, sin siquiera tener los ingredientes, pero prometiendo que en la próxima junta, quizás, hablen de comprar la harina.

Mientras tanto, los ciudadanos de esta “zona metropolitana de facto” (porque en el papel no lo es, pero en la práctica es un infierno de transbordos) sufren la diferenciación del transporte público.

Es un calvario diario: usted toma un camión de Bahía de Banderas a Puerto Vallarta (los famosos Transportes Medina y Compostela), pero una vez en Vallarta, ¡oh, sorpresa!, solo puede bajarse. Si intenta subirse para ir a otro punto de Vallarta, debe usar otra líne…

Y los autobuses de Vallarta (Unibus PV) no pueden cruzar a Nayarit,  por lo tanto se tiene que transbordar, buscar una de las escasas cinco o seis paradas donde se puedem usar para subirse al Medina o Compostela para ir a Bahía de Banderas.

En fin, mientras nuestros ilustres funcionarios continúan con su ciclo infinito de reuniones para planificar más reuniones, los habitantes de Vallarta y Bahía de Banderas seguirán haciendo malabares para llegar a sus destinos. Quizás, para la próxima década, logren acordar el color de los autobuses.

¡Urge ya el transporte público intermunicipal!