Comunidad

Acusan POCA HIGIENE en traslado de carne al rastro municipal

El médico veterinario zootecnista Esquivel Peña, actual jefe del rastro municipal de Bahía de Banderas, permite el traslado de productos cárnicos de más instalaciones a las carnicerías del municipio en vehículos particulares.

Antes de ser funcionario público, el veterinario siempre defendió y señaló los malos manejos del rastro municipal pero tal parece que su preocupación terminó cuando este ocupó el lugar que tanto anheló por años, en el año 2018 el hoy encargado del rastro mencionó:

“Muy pocas personas les importa su salud, nadie ve que eso se transporta de forma inadecuada sin higiene, ni cámara de frio”. Así lo posteo en un comentario de un ciudadano en Facebook donde se apreciaba una camioneta ganadera utilizada para trasladar la carne al aire libre, sobre el piso de la caja de dicho vehículo.

En la actualidad existen denuncias por parte de la ciudadanía sobre lugares donde sacrifican puercos y gallinas en diversos lugares del municipios que no son aptos, y se sacrifican de forma clandestina estos animales para el consumo humano, distribuyéndose de esta manera en camionetas y al aire libre.

Es así como este problema de salud pública donde el XI Ayuntamiento todavía no ha mostrado interés para resolver, el problema de higiene y sanidad para el traslado de carnes a los centros de consumo, como son las carnicerías de los pueblos del municipio, desafortunadamente la situación no ha mejorado nada desde la llegada del jefe del rastro municipal Esquivel Peña, quien al contrario de mejorar las condiciones, se ha agravado exponiendo a graves problemas de salud a los ciudadanos del municipio con esta irregularidad, de la que tiene conocimiento la alcaldesa Mirtha Villalvazo pero tal parece que pesa más el amiguismo del funcionario con la primera edil, ya que no ha tomado las medidas correspondientes para terminar con este tipo de contaminación e insalubridad que se sufre en el Rastro municipal y que trasciende a las carnicerías y por supuesto, a cientos de familias donde se consumen estos productos que diariamente se sacrifican en el Rastro y de forma clandestina.