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Urgente un plan de desarrollo para San Pancho

San Francisco o “San Pancho”, como se le conoce más comúnmente, es uno de los pueblos pintorescos más visitados en la región de Riviera Nayarit, localizado entre la costa del Pacífico y las montañas de la Sierra Madre. Con un ambiente íntimo, el pueblo atrae a visitantes de todo el mundo.

“Cada día los atardeceres pintan el cielo y son un placer que no se debe perder.“ Así se lee la descripción del pueblo en muchos de los portales de casa habitación que ofrecen sus servicios como hoteles, hostales o airbnb de manera informal, esta última plataforma arroja en su búsqueda de San Francisco más de 700 alojamientos en la zona, casas habitación que ofrecen el servicio de hospedaje que oscila entre los 1500 y 4000 pesos la noche, con índices de ocupación por mes del 70% hasta el 100%.

Sin embargo, el problema para San Pancho apenas comienza, pues el desarrollo ha llegado de manera desprevenida. Hoy es importante ahondar en el problema en que se encuentra este destino turístico por la falta de empatía de quienes han gobernado, gobiernan y algunos muembros irresponsables de la sociedad civil.

Todo esto podría llevar a un colapso los servicios públicos como agua y drenaje si el problema urbano no se atiende a tiempo, ante la llegada inminente de la inversión privada en la zona. 

Es importante mencionar que San Pancho cuenta con características muy particulares en cuanto a su ubicación y sobre todo en su dinámica urbana.
 
La población ha crecido a partir de un pueblo típico que recibió el impulso de proyectos presidenciales en la década de los 70, que tenían como objetivo posicionarlo como el centro cultural de la zona turística; así pues se consolidaron obras como como la Universidad del Tercer Mundo, centros de producción y distribución de productos locales, entre otras.
 
Ese impulso disminuyó con el cambio de administración federal en 1976 y poco a poco los proyectos fueron desdibujándose, pasando a la administración del Gobierno del Estado y el FIBBA.  

En ese sentido, San Pancho creció muy poco, además de las limitantes físicas naturales: por un lado la barrera de la Carretera Federal 200 y al norte la parte baja de la Sierra de Vallejo, con importantes características de conservación.
 
Antes del año 2002, Bahía de Banderas contaba con un Plan de Ordenamiento Ecológico Municipal, un Plan Municipal de Desarrollo Urbano (zonificación primaria) y además, 12 Planes de Desarrollo Urbano de Centros de Población (a nivel de zonificación secundaria: Coeficientes, niveles, alturas, etc.).  

Pero ese año se autorizó un nuevo Plan Municipal de Desarrollo Urbano que quiso englobar la zonificación primaria y secundaria en un solo instrumento normativo, derogando los 12 planes parciales de desarrollo urbano municipal e inclusive el plan de ordenamiento ecológico; de tal manera que a partir de ese momento el único instrumento normativo para llevar el control urbano de todo el municipio fue (y sigue siendo) el Plan Municipal de Desarrollo Urbano de 2002. Ya han pasado 20 años y sin duda Bahía de Banderas y San Pancho no son los mismos de hace dos décadas.

 

Una fotografía aérea de fecha 26 de abril de 2002, denota claramente que San Pancho era todavía un pueblo pequeño; las construcciones mas grandes que se aprecian son el Hospital General al norte y las instalaciones de la Universidad del Tercer Mundo al sur.  

La mayor parte de las construcciones eran casas unifamiliares y seguramente algunas de ellas se usaban para rentar por temporadas como hostales o incluso algunos improvisados hoteles; la densidad de población era muy baja y la mayoría de las manzanas contaban con una gran cantidad de lotes baldíos o vacantes urbanas.

En resumidas cuentas, el mismo plan municipal de 2002 contempla la estrategia de la elaboración de instrumentos complementarios que son precisamente los planes parciales de desarrollo urbano que deben ser promovidos por la autoridad municipal, no por particulares.

Sin embargo, esto nunca se ha llevado a la práctica y justamente al cumplirse ya 20 años de la publicación del Plan Municipal de Desarrollo Urbano, es el mismo instrumento normativo que se sigue utilizando para el control del crecimiento urbano no solo en San Pancho, sino en el resto del municipio, que seguirá creciendo de manera descontrolada y bajo normativas que ya no responden a las necesidades actuales de las poblaciones.
 
Se seguirán  dando autorizaciones para nuevas edificaciones tomando como referencia los preceptos normativos arriba mencionados, pero no es lo ideal. Porque esto ha provocado que en zonas habitacionales se hayan adaptado construcciones (nuevas o existentes) para utilizarlas como instalaciones de hospedaje, con los consiguientes impactos en la infraestructura y tranquilidad del pueblo. 

En los IX y X Ayuntamientos, se hicieron esfuerzos para actualizar la normativa de un nuevo plan municipal de desarrollo urbano, pwrl eso no fue posible, gracias a la ola de amparos por parte de ejidos que no obtenían los usos de suelo que a su conveniencia que necesitaban para vender a un mayor precio sus tierras, logrando dinamitar el esfuerzo por actualizar la normativa.

La necesidad existe y es urgente que la normatividad se adapte a las condiciones actuales y que estas sean lo suficientemente específicas para que no se preste a interpretaciones erróneas que pudieran dejar los detalles al criterio de la autoridad municipal.

El instrumento ideal es que San Pancho (y otras localidades del municipio) cuenten con su propio Plan de Desarrollo Urbano Parcial o de centro de población, según sea el caso. Pero mientras esto sucede, el crecimiento seguirá basándose en un plan municipal de desarrollo urbano que data de hace 20 años, mientras que la oferta turística sigue incrementando con las deficiencias gracias a la omisión y poca capacidad de quienes dirigen los destinos de nuestro municipio.