Comunidad

Harán “maleconcito” en playa del polémico muro en Sayulita

El escenario que presenció la reciente demolición de un muro en la zona federal marítimo-terrestre de Sayulita, sobre la calle Pescadores, tras una significativa presión social, será ahora transformado en un mirador público.

Este proyecto, anunciado por el presidente municipal de Bahía de Banderas, Héctor Santana García, busca poner fin a la controversia generada en torno a la intervención no clarificada del espacio.

La barda en cuestión, cuya construcción bloqueaba el acceso a una sección de playa en este pueblo, fue derribada por personal del Ayuntamiento de Bahía de Banderas, en un acto simbólico.

Esta acción fue precedida por el cierre de la obra por parte de autoridades ambientales municipales,  y se materializó ante el aplauso de los ciudadanos, quienes habían exigido su remoción en semanas recientes.

El alcalde Santana García enfatizó la postura de su administración al declarar que “las playas son de todos”, subrayando que las playas de Bahía de Banderas no serán privatizadas y que buscarán garantizar más accesos al mar entre los desarrollos.

En respuesta a la demanda ciudadana y la controversia generada, el sitio se convertirá en un mirador. El plan contempla un andador tipo malecón, con mobiliario urbano como bancas y árboles, prometiendo vistas privilegiadas del atardecer y una conexión directa con una calle de ambiente típico en desarrollo.  La inversión no ha sido revelada. Ni la fecha de inicio de obra.

Sin embargo, la situación se complejiza al considerar que el terreno posee una concesión otorgada a un desarrollador privado. De hecho, ante la resonancia de la controversia, el propio secretario estatal de Turismo, Juan Enrique Suárez, fue quien declaró que la obra del muro era legal por ser una concesión federal aprobada.

A pesar de esta preexistencia legal, las autoridades municipales aseguran haber alcanzado un acuerdo que impedirá futuras intervenciones del concesionario en la zona, permitiendo al Ayuntamiento la ejecución del proyecto del mirador.

La Dirección de Desarrollo Urbano ha reiterado que, independientemente de la concesión, cualquier construcción requiere una licencia, la cual nunca fue concedida para el muro demolido y no se otorgará para ningún otro proyecto que no sea el mirador.

Si bien la Dirección de Obras Públicas no ha especificado una fecha de inicio para las obras, la administración local ha confirmado la inminencia del proyecto y ha garantizado que la zona no será privatizada.

Esta iniciativa representa una respuesta directa a la movilización ciudadana y un intento de reafirmar el carácter público de las playas, en un contexto donde la tensión entre el desarrollo privado y el acceso comunitario es una constante.