Economía y Finanzas

REPORTE FINANCIERO DEL 18 DE DICIEMBRE DEL 2023

Se mantienen condiciones para que el peso mexicano se mantenga firme en la banda de tipo de cambio de los 17 pesos por dólar, en lo que resta del año y, al menos, en el primer trimestre de 2024, a menos que ocurra un fenómeno político o económico extraordinario en el mismo periodo.

Las reservas internacionales de divisas y oro en poder del Banco de México, se incrementaron por encima de 207 mil millones de dólares y la situación geopolítica de Oriente Medio sigue complicada, con lo cual se puede prever que el precio del petróleo mexicano de exportación, tiene muy bajas probabilidades de caer. De manera similar, las inversiones financieras extranjeras de cartera, o en bonos de deuda pública de México, difícilmente se retirarían de México por la seguridad de que se les mantendrán las altas tasas de interés que están percibiendo, de más de 11% anual, casi el doble de las tasas de los bonos del Tesoro de los Estados Unidos.

El peso mexicano se apreció contra el dólar estadounidense en la sesión de este lunes. La divisa local avanzó en un mercado que reduce el volumen en la medida en que se acerca el final del año, pero impulsado por la expectativa de tasas de interés más bajas en Estados Unidos.

El tipo de cambio terminó la jornada de este 18 de diciembre a un nivel de 17.17 unidades por dólar. Comparado con el cierre de 17.22 unidades del viernes, el movimiento significó para el peso una ganancia de 5.22 centavos, equivalentes a 0.30 por ciento. El Índice Dólar (DXY), del Intercontinental Exchange, que compara al billete verde con una cesta de seis divisas, subía un ligero 0.01% a 102.56 puntos.

El peso se ha beneficiado recientemente con el optimismo de los operadores, que ven probable que la Reserva Federal (Fed) recorte en tres ocasiones su tasa en 2024. La moneda también fue impulsada en días recientes por los pronósticos positivos para la economía local.

Por lo que se refiere a la esfera productiva, en cambio, la perspectiva no es halagüeña, porque las altas tasas de interés de los mercados financieros mexicanos, mantienen relativamente frenada a la economía mexicana.