Se Preparan para la Primera “Vuelta a la Bahía de Banderas en Equipos” con Estrategia de Seguridad
Con el objetivo de asegurar la seguridad de los participantes y el éxito de la primera “Vuelta a la Bahía de Banderas en equipos”, la iniciativa “Nado por las Ballenas”, encabezada por la nadadora Stephanie Montero, ha reactivado la estrategia “Nado Seguro”. Este esfuerzo ha reunido a diversas autoridades de seguridad marítima, así como organizaciones civiles, para coordinar un plan integral que garantice un evento sin contratiempos.
El evento está programado para el próximo 7 de diciembre y contará con la colaboración de instituciones clave, entre ellas la XII Zona Naval de Puerto Vallarta, la Administración del Sistema Portuario Nacional (ASIPONA) Puerto Vallarta, y diversas capitanías de puerto, junto con cuerpos de Protección Civil y Bomberos de Jalisco y Nayarit. También se suman entidades como Bahía Unida, el Centro Universitario de la Costa (CUCosta) y la asociación ECOBAC.
En las últimas semanas, se han llevado a cabo reuniones híbridas para definir protocolos específicos que permitan prevenir, vigilar y atender cualquier eventualidad que pudiera surgir durante la competencia de aguas abiertas. Stephanie Montero, reconocida nadadora y promotora de esta iniciativa, expresó su agradecimiento por la activa participación de todas las instituciones involucradas, resaltando la importancia de su experiencia en la creación de una estrategia sólida para este evento sin precedentes en la región.
La “Vuelta a la Bahía de Banderas en equipos” no solo representa una oportunidad para fomentar la práctica segura de deportes acuáticos, sino que también busca elevar la conciencia ambiental sobre la protección de las ballenas y los ecosistemas marinos. Con esta iniciativa, se espera que los participantes no solo disfruten de una experiencia deportiva única, sino que también se conviertan en embajadores de la conservación del entorno natural de la bahía.
Con la colaboración de múltiples sectores, la organización de este evento se presenta como un ejemplo de cómo la comunidad puede unirse para promover actividades recreativas seguras y responsables, garantizando así la protección de la biodiversidad que caracteriza a la región.